Caricia vesperal sublime se enciende radiando cuatro luceros mientras intensos fulgores de esta ciudad lúcida se mecen a lo lejos en la oscuridad tarde se torna la venida en las alturas un místico ordenamiento en nada difieren quince semanas de quince segundos tras semejante cosmos la sidérea esfera que envuelve verdades clamando por emerger de aquel astro de infinita densidad matizando el encuentro furtivos en un futuro ocaso se avecinan privilegios por miles antes sólo a un pensamiento reservados una historia que finalmente se alza como inspiración perpetua en un verso descansa cual haz de luz que en un trazo despierta y de súbito otra vez al ensueño regresa
4 de diciembre de 2007
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1 comentario:
hola alee
aki pasando por tu blog
esta re lindo :3
siga scribiendo pues
:D
aiosh
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