Conjunción

Caricia vesperal sublime se enciende radiando cuatro luceros mientras intensos fulgores de esta ciudad lúcida se mecen a lo lejos en la oscuridad tarde se torna la venida en las alturas un místico ordenamiento en nada difieren quince semanas de quince segundos tras semejante cosmos la sidérea esfera que envuelve verdades clamando por emerger de aquel astro de infinita densidad matizando el encuentro furtivos en un futuro ocaso se avecinan privilegios por miles antes sólo a un pensamiento reservados una historia que finalmente se alza como inspiración perpetua en un verso descansa cual haz de luz que en un trazo despierta y de súbito otra vez al ensueño regresa

Sueño
Apareces y en ti descanso
Sobre los cirros largos milenios
Septiembre la tarde
El encuentro
Hoy tu reflejo en el río
Recuerdos ¿falsos o verdaderos?
Como todo sueño
Que dos gotas de sangre puedan unirse
Es algo improbable
Como beber dos veces de la misma copa
En ti me refugio
Donde no gobierna la ley del frío humano
Vivo innumerables veces
Cuanto duró minutos
Colmo de fantasía lo irreparable
Disfrutando del secreto querer
Que se tienen nuestras sombras